10/26/2012

Cuendo tu hijo o hija no comparte tus mismas tendencias sexuales parte 2




Cuando los hijos saben que, al menos, sus padres no consideran en forma despectiva a la homosexualidad, les costará menos hablar de su propia inseguridad con respecto a su orientación sexual. Si su hijo no ha mantenido una relación de confianza con sus padres o sabe que uno o ambos padres están totalmente en desacuerdo con ese forma de sentir o vivir, puede ser que aleje a su hijo y lo arrincone a hacer las cosas a escondidas y a crear una barrera entre los padres y el o ella. Por eso es importante que sepan que nunca es tarde, que no hay peor ciego que el que no quiere ver, su hijo o hija es quien es  y esto se siente a temprana edad, ya un chico o chica de 13, 16 y mas 18 anos ya se conoce, sólo raras veces los signos son inequívocos o hay real confucion en el momento en que las personas jóvenes están ocupadas en discernir si sienten mayor atracción por personas de su mismo o el otro sexo. Ya definitivamente un joven adulto de 18 sabe sus tendencias aunque las evite, les huya, las esconde o las ignore. Lo único que puede hacer usted como padre además de orientarse, informarse y conocer mas a fondo el tema, es apoyar a su hijo o hija, saber que lo verdaderamente importante es que su retoño sea una buena persona, que tenga metas y que viva una vida rodeado de amor, porque el mundo es cruel y nadie escoge por gusto ser quien es y ser discriminado por sentir como siente.

También es posible que los propios padres, a causa de una sospecha o cierto comportamiento de los hijos, aborden el tema. ¡Pero cuidado! La orientación sexual, especialmente en la fase de la inseguridad, pertenece a los temas más íntimos de una persona. Los adolescentes son hipersensibles. Preguntas demasiado insistentes podrían "cerrar la puerta" de la comunicación y poner fin a lo que, en principio, fue un diálogo abierto sobre sexualidad. Por otra parte, las personas jóvenes advierten, inmediatamente, si detrás de una pregunta se esconde un interés sincero, miedo o rechazo.
La intensidad de la reacción, la duración de cada fase, y, sobre todo, el desarrollo de la relación entre padres e hijos, dependen, en gran medida, de la información previa sobre la homosexualidad que poseen los padres. De que tan bien conozcan a su hij@, de la comunicación honesta que hayan construido con el pasar de los anos, de si vio tendencias a temprana edad y prefirió pasarlas por alto. Hay que tener en cuenta que los chicos, en especial los varones pueden irse al otro extremo teniendo muchas parejas del sexo apuesto, para ocultar o rechazar sus verdaderas tendencias.  De todos modos, es conveniente conocer qué es lo que sucede en los propios padres, y qué sucede entre los padres e hijos, cuando la situación se hace real y concreta. Es un proceso familiar, no solo del adolescente o de padre o madre.
Es inevitable que haya diferentes reacciones y acciones cuando un hijo quiere dejar de ocultar su sentir y quiere confesar sus tendencias o “salir del closet” como popularmente se le dice ahora. Los modos de reacción de los padres ante una posible homosexualidad de los hijos, están basados en experiencias de adolescentes y como fueron ellos inculcados y criados. Son experiencias vividas diferentemente en circunstancias distintas. Pero, de todos modos, en algún momento todas las reacciones pueden tener su significado: desde una plena aceptación hasta un completo rechazo.


Las primeras reacciones generalmente son espontáneas, impensadas, y, posiblemente, hirientes. La propia desilusión se dirige involuntariamente contra el hijo. Esta situación no siempre es evitable, dado que los padres también tienen el derecho a poseer sentimientos y, no necesariamente, a comprender de inmediato.
Posiblemente la relación sea dañada o cortada en un primer momento. Algunas personas jóvenes lo entienden, tal vez incluso están preparadas porque conocen bien a sus padres. Les dan tiempo para que ordenen sus pensamientos y recuperen su compostura. Es importante que los padres se concedan a sí mismos y al hijo un tiempo de adaptación a la nueva situación. De gran importancia resulta el paso que sigue a la recuperación del desequilibrio entre sentimientos y pensamientos contradictorios. Pero es igual de importante que nos los invada el silencio, el desamor, que no digan cosas que luego no puedan retractar. Expresen sus sentir pero sin herir a quienes mas aman. Que al final lo que cuente sea el corazón de cada cual, el afecto entre padre e hijos y la unión familiar. Sin la familia no hay nada y todo se hace más difícil. Ya bastante dura es la vida como para perder a los padres y/o los padres a sus hijos, solo porque no sientan o piensen igual.

 



Existen padres que, en un primer arrebato, echan a sus hijos de la casa, para siempre, según su sentimiento espontáneo, y que se arrepienten, luego, de su reacción. Es de suma importancia retractarse de esta drástica medida, en cuanto surja el conflicto. Sería inhumano tomar una decisión tan drástica aun con a las contradicciones entre nuestros sentimientos y reacciones. Frecuentemente las personas jóvenes, tal vez más seguras que sus padres, tratan de retomar el contacto. Siempre debe aceptarse este gesto, aún cuando duela mucho todavía la propia herida.
Muchos padres sienten que algo terrible está interpuesto entre ellos y sus hijos. Aparecen barreras de prejuicios, previsiones negativas y miedos sobre la homosexualidad que nublan la visión sobre su propio hijo y su esencia. En esta circunstancia, es sumamente importante admitir que el hijo sigue siendo la misma persona que sigue amando y desea seguir siendo amada, que siente dolor y alegría, que, muy especialmente en esta circunstancia, busca comprensión y aceptación. En especial de sus progenitores o de quienes los criaron. 

 Tu como padre defenderías a tu hijo de quien le quisiera hacer daño, darias tu vida por el, no seas tu quien le cause dolor, defiéndelo con garras, de tus propios prejuicios y sentimientos y que sobresalga el amor incondicional que juraron tener en el momento de su nacimiento. Amal@ sin importar a quien ame el/ella, solo debe importante su corazón y que sea feliz, sin importar a quien ame.

1 comentario:

  1. seamos justos, a nosotros jamas nos gusto que nuestros padres escojieran nuestras parejas, entonces pq querer hacerlo con nuestros hijos? lo unico que debe importarnos es que sean personas de bien, que sean felices y que se mantengan unidos a la familia, no alejarlos con prejuicios ridiculos que solo atrasan. lo defenderia del mundo entero, como ser yo su progenitor@ el primero en juzgarlo? no eso esta muy mal, una madre o un padre que rechaze a su hij@ por que sea homosexual es la cosa mas horrible que jamas haya podido precenciar. Dios se apiade de esas almasq que trajeron al mundo a un ser humano, para despues hacerlo a un lado solo pq no es como quizieran que fuera. BUEN tema!

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